jueves, 16 de abril de 2009

Desde la A hasta la zeta, entre su piel y la tuya




El amante la besó en la boca y la colmó con sus dedos.
Se echó a su lado para subirse después encima y quebrar su frialdad haciéndola gozar como nadie antes lo hizo. Quemó el hielo de su indiferencia hasta oírla jadear. Y le retiró el kimono, deshizo los lazos y le metió ambas manos por debajo, hasta llegar a sus nalgas. La liberó de los ñudos de su alma y habitó, como si fueran suyas, en todas sus oquedades. Y jugó, como un niño, por entre sus pechos duros.
La quiso y quiso retenerla en solitud y para él.
Se trabó con ella y se unció con los jugos y venenos de ese cuerpo joven y prieto que recorrió todo entero en busca de la w, y de la x y, también, de la y (la griega) y de la z.

2 comentarios:

  1. Si, desde la A hasta la Z.
    No te conocia esta pasión, y me sorprende agradablemente, dicho sea, con todo mi cariño.
    Un beso apasionado escritor !!!
    Un placer como siempre leer tus escritos.
    Abulafia

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  2. Muchas gracias, como siempre. Con ternura y pasión. Con deleite.

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